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miércoles, 15 de abril de 2009

EN ANCASH: Aula se derrumba antes que ingresen alumnos

Una nueva tragedia pudo registrarse en Áncash. Y es que una semana después de que la pared de uno de los salones del colegio Fraguapampa del distrito de San Marcos se desplomara y acabara con la vida de cinco alumnos del nivel inicial, ayer una de las aulas de la institución educativa Virgen del Rosario, del distrito de Cotaparaco, en la provincia de Recuay, se derrumbó minutos antes de que los estudiantes entraran a clases.

Las autoridades educativas informaron que el hecho ocurrió a las 7 de la mañana, momentos antes de que abrieran las puertas del colegio. Se informó que este centro educativo tiene más de 40 años de antigüedad y las paredes se encuentran deterioradas por la humedad.

La situación se agravó aún más por las fuertes lluvias que azotan a la zona sierra de la región.

El director regional de Educación de Áncash, Miguel Arista Cueva, invocó a los alcaldes distritales y provinciales a destinar una partida del canon para la remodelación de los colegios con más de 20 años para evitar más tragedias como la ocurrida en San Marcos, cuyo concejo maneja ingentes cantidades de dinero por este concepto.


EN CAÑETE: Bus choca con cisterna de gas y 20 mueren calcinados

“Eran como dos bolas de fuego que rodaban por la arena, trataban desesperadamente de apagar las llamas”, narraba ayer un poblador que fue testigo del horror producido tras el impacto —en el kilómetro 165 de la Panamericana Sur— de un ómnibus de la empresa Costeño con la parte posterior de un pesado camión-cisterna que trasladaba unos 10 mil galones de gas licuado de petróleo (GLP).

Las dos bolas de fuego eran José Pradinet Olivares y Luis Linares Guzmán, ambos de 48 años, pasajeros del ómnibus y dos de los únicos ocho sobrevivientes de esta nueva tragedia que enluta el país. Ellos sufrieron graves quemaduras de segundo grado, según se confirmó en el hospital Ramón Rezola, adonde fueron trasladados.

Aunque no existe un reporte oficial de los pasajeros que viajaban de Lima a Pisco, se estima que 18 de ellos murieron carbonizados luego de que las válvulas del camión-cisterna de la empresa Vita Gas se abrieran producto del impacto del ómnibus. El gas habría salido expelido como si fuera un soplete y una chispa habría ocasionado el fuego.

Según las evidencias y testimonios recogidos por peritos de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito de la PNP, el chofer del ómnibus, Anatolio Aquije Chacaliaza, de 54 años, conducía con claros síntomas de cansancio y a cierta velocidad.


LOS OCHO SOBREVIVIENTES
“Yo viajaba en la penúltima fila del ómnibus y, como generalmente no duermo, pude ver cuando chocó. En segundos hubo un gran ruido y unas lenguas de fuego que alcanzaban los 30 o 40 metros. Atiné a romper las lunas y saltar del ómnibus que comenzaba a arder en llamas”, contó Daniel Monteza, el único pasajero que salió ileso del accidente que ocurrió aproximadamente a las 11 p.m. del lunes.

Otros sobrevivientes fueron Betty Pradinet Olivares (53), Grasilda Rodríguez Lomas (37), Antonio Gutiérrez Saravia (44) y Percy Mateo García (35).

Los tres primeros fueron dados de alta puesto que solo sufrieron algunas contusiones y golpes, mientras que el último debió ser evacuado al hospital Dos de Mayo de Lima.

El octavo sobreviviente fue Juan Mejía Sánchez, de 64 años, chofer del camión-cisterna, quien fue llevado al hospital Daniel Alcides Carrión del Callao con graves quemaduras.

Monteza contó que antes de salir de la agencia Costeño en Lima, el chofer del ómnibus le reclamaba airadamente al administrador. “Ya hice mi segunda vuelta y ahora me exige que realice una tercera. Es un verdadero abuso”, le habría reclamado.

Esta versión coincide con lo que señalaron los afligidos padres de Cristhian Torres Bautista (27), ayudante y cobrador del ómnibus. “A mi hijito lo obligaban a viajar muy seguido y a veces sin descanso”, dijeron.


Serán identificados por ADN
“No ha quedado nada, el vehículo era igual que una sala de cremación”, contó el coronel policial Wilfredo Gonzales, jefe de la División Policial de Cañete, a France Press. “Nadie podía acercarse por lo menos a 200 metros, temíamos la explosión de la cisterna que contenía gas licuado de petróleo”, añadió.

El comandante PNP Jesús Robles tuvo palabras similares: “Los cuerpos están completamente calcinados, es una película de terror. Solo se ven los cráneos, algunos huesos”, dijo a la agencia Associated Press.

Debido a que el fuego alcanzó hasta 1.200 °C de temperatura, según se desprende del estado de carbonización de los 18 restos humanos, estos solo podrán ser identificados mediante el ADN, ya que las llamas consumieron incluso piezas dentarias, lo que imposibilita realizar odontogramas.

Tres equipos forenses de Lima e Ica y del Departamento de Criminalística de la PNP se han desplazado con odontólogos, antropólogos y biólogos a Cañete para identificar los restos.

Según informaron algunos familiares, en el ómnibus viajaban los esposos Giuliana Barrios Saravia (34) y Alfonso Martínez Arteaga (39), Raquel Tercero de Chang (40) y Alejandro Chang Chung (55), Luisa Gonzales Zambrano (27) y su hijo Jorge Córdova Gonzales (5), y Francisco Pradinet Vasconzuelos (78).


LAS CIFRAS:

25 mil personas aproximadamente han muerto en el Perú en accidentes de tránsito entre el 2001 y el 2008.

61 puntos críticos en las carreteras ha identificado la Policía Nacional.

533 accidentes han ocurrido en la Panamericana Norte.

2.581 unidades se accidentaron durante el 2008 en las carreteras.


Fuente: Diario El Comercio